3 ene 2013

Pequeñas Cosas Insignificantes [Oneshot]






Título: Pequeñas Cosas Insignificantes
Autor: Sunako
Género: Lemon






El exceso de alcohol recorrían  nuestras venas provocando que el ambiente se fuera haciendo más a ameno y divertido.

Nos encontrábamos todos reunidos Yabu, Hikaru, Yuya, Daichan y yo.

Esa noche habíamos montado una de las mejores fiestas que jamas había presenciado en mi vida.

Chicas, alcohol, sexo, música...

Desde el principio todo iba demasiado bien, un buen ambiente donde lo único que se presenciar allí aparte de la mezcla producida por los perfumes de todos los presentes eran las hormonas revolucionadas de todos; incluso de las mías.

Prendas ajustadas, demasiado cortas, provocativas....

Daba igual por donde anduviera, todo era igual; cientos de chicas vestidas y maquilladas  de forma similar con un único objetivo en común: Acostarse con alguien.

Desde el primer día que me acosté con una chica, al día siguiente lo volví a hacer;
Pero con una chica distinta.



Así, una y otra y otra vez hasta que se me había vuelto una rutina.

Tanto para mis amigos como para para mi, eso era normal. Salir todos los días a buscar a alguna chica que llevarse a la cama.

Desnudarla, recorrer sus curvas con las  manos y poseerla hasta caer rendido.

Pero todo eso se me había vuelto muy monótono y aburrido.

Mismos lugares, mismo tipo de chicas, un único objetivo....

Caminé por todo la fiesta en busca de una persona que llamara mi atención, a pesar de que la gran mayoría eran todas iguales, había algunas que destacaban más que otras...

Pero aún así, ninguna llamó mi atención.

Yo quería experimentar algo nuevo, jugar con algo prohibido, fuero de lo normal

Como lo que veía en ese momento ante mis ojos,  Una persona pequeña, con la ropa desaliñada, moviéndose provocativamente por todo el lugar, llamando la atención de todos
como lo hizo conmigo.

Mi querido amigo, Arioka Daiki.

No lo pensé, me acerqué a él, y lo atraje hasta mi cuerpo.

-¿No te parece muy monótono esto, Daichan?

Mis labios acariciaban su oreja y mi aliento le producía leves escalofríos que se convirtieron en un gemido bastante audible.

-Si.i....

Sonreí triunfante.

En un ágil movimiento, lo agarre de la mano y lo lleve fuera de aquel lugar; hasta una de las habitaciones de aquella casa.

Y en ese momento, empezaba mi casi rutina de todas las noches.

Cerrar la puerta con seguro.

Me volví a acercar lentamente hasta mi sobrio amigo acariciándole levemente el rostro con uno de mis manos.

Su reacción fue como la que presenciaba en cada una de las mujeres con las que me acostaba.

Cerró sus ojos

Recorrí con mi nariz su cuello y volví a acariciar su rostro parándome esta vez en sus labios.

Y lo que nunca me imaginé es que fueran distintos; eran los más suaves que había besado

Los probé muy despacio deleitándome con la suavidad de sus labios. Nada más separarnos,
nos volvimos a juntar de una manera más necesitada por parte de los dos.

Por ahora todo era igual.

Daichan envolvió sus manos por mi cuello con la intención de acercarme más.
Nuestras labios se abrían y cerraban a un ritmo bastante rápido a la vez que nuestras cabezas se iban moviendo para buscar ese unión entre nuestras bocas.

Mis manos  iban descendiendo poco a poco por su pecho hasta llegar a los botones de su camisa.

Esta era una de las partes más diferentes de mi rutina habitual.

Mientras desabrochaba los botones de su camisa acariciaba su firme torso dándome cuenta de que hay fallaba algo.

Me separé de él cortando el beso para observarlo de arriba a bajo dándome cuenta de lo que me faltaba.

Unos pechos bien formados.

Sonreí.

Desde que empecé; realicé cada uno de los pasos que solía hacer cada noche.

Acariciar, Besar, Desabrocharle la camisa y masajearle los pechos.

Eso era lo que me faltaba pero aún así seguí. Le quité la camisa y empecé a descender por su cuello lentamente parándome en las leves marcas que tenía por todo su cuello.

Las lamí y mordí produciéndole a Daichan un gemido gutural que a decir verdad; me excitó más de lo que estaba.

Poco a poco iba bajando cada vez más por su pecho hasta quedar a la altura de sus pezones.

Primero, empecé a pellizcar  uno de ellos con mis manos y luego continué estimulando el otro hasta que ambos quedaron lo suficientemente duros como para seguir descendiendo.

Fui besando y lamiendo todo su torso sintiendo como su piel se erizaba y como un montón de suspiros llegaban a mis oídos.

Cuando llegué a su ombligo,  lo besé, lo lamí y lo mordí tantas veces como pude saciando poco a poco mi apetito sexual al escuchar los maravillosos gemidos que escapaban de su boca.

y después de todo eso; llegó lo desconocido para mi

Delineé con mis dedos la goma de su ropa interior y lentamente fui introduciendolos dentro de este,
encontrando mi objetivo bastante duro.

Una vez más, empecé a besar sus labios mientras con mi otra mano estimulaba su miembro.

Mis labios eran atrapados por los dientes de Daichan que de vez en cuando los mordía debido a la acción producida por mi mano cuando ejercía más presión en la base de su miembro.

Mis labios sangraban y Daichan los volvía a agarrar, absorber y delinear con su lengua hasta separase de mi boca y morder el lóbulo de mi oreja al derramar toda su semilla en mi mano.

Retiré mi mano de su ropa y ante su mirada, saboreé dos de mis dedos que estaban bañados con su semen.

Luego, retiré su pantalón e hice desaparecer su ropa interior.

Nunca había hecho una felación a nadie; ni a ninguna chica, pero esta vez era distinto.

Estas cosas siempre me las hacían a mi, pero esta vez fue distinto; quise hacerlo yo.

Me relamí los labios y descendí sensualmente por su cuerpo hasta llegar a su miembro el cual, introducí lentamente en mi boca saboreando los restos de su semilla.

Esto era muy distinto y asqueroso

Pero aún así seguí.

Luego de volver a excitar a mi pequeño "amante" me separé.

Y... ahora ¿Qué había que hacer?

Las manos de Daichan me agarraron de la camisa y me empujó hasta la cama.

Se posicionó encima de mi cadera y rápidamente se deshizo de mi pantalón y de mi ropa interior.

Y sin nada más, se auto-penetró poco a poco hasta estar completamente dentro.

Cerré los ojos al sentir las estrechas paredes que rodeaban y aprisionaban mi miembro de una manera deliciosa.

Entreabrí un poco los ojos observando como unas finas lágrimas resbalaban por sus mejillas y como sus labios estaban entreabiertos debido al dolor y al placer que debía de estar sintiendo.

Como pude, limpié las lágrimas y lo besé de una forma más calmada sintiendo como cada vez  iba moviendo más y más su cadera.

Una ola de calor invadió mi cuerpo debido al placer que estaba sintiendo en ese momento que me hizo comportar de una manera salvaje y rotar a Daichan debajo de mi cuerpo.

En el momento en el que rodeó mi cadera con sus piernas, salí de su interior para volver a introducirme de una rápida y dura que lo hizo estremecerse de placer y gritar mi nombre en un gemido.

 Y después de todo eso.

Estocadas rápidas, profundas y calientes que nos llevó a ambos a un gran orgasmo donde caímos exhaustos uno encima del otro.

Antes de ser vencido completamente por el sueño, susurre con un hilo de voz  en su oído.

¿Esto....hay que repetirlo verdad?

Al final de todo para mi, hacerlo con una chica o con un chico fue lo mismo

1 comentario:

Yojhannah dijo...

Vaya luego de tanto me vengo a enterar que hacías fics y yo nunca comente y aunque antes me seguias en mi blog debiste decirlo waaaa pues estuvo genial el fic sin duda alguna