Sorry [Oneshot]

Título: Sorry
Autor: Isa

Pareja: InooDai
Género: Shonen-ai

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-¡Perfecto!-
Se levantó de aquella silla y se asomó a la sala, al verlo, sonrió.
-Lo conseguí, al fin lo terminé-
Aquel muchacho miró su reloj, cruzó sus brazos y rodó los ojos.
-Te felicito-
-¿Te enfadaste?-
-¿Yo? ¡No! ¿Tu te molestarias si te hiciera esperar 3 horas?-
-Lo siento, no podía dejarlo para otro día-
Se sentó a lado de Daiki, se acercó más, pero este se alejó.
-Inoo, ¿sabes qué es hoy?-
-¿Lunes?-
Respiró hondo y lo miró algo sereno.
-No, hoy... ¿qué se celebra?-
Kei se rascó la cabeza, no le gustaban las adivinanzas, pero trató de pensar. Pasaron tres minutos exactos, Daiki no dejaba de mover su pierna, se empezaba a desesperar.
-No, nosé-
Dijo al fin con un suspiro.
-Bien, entonces no tengo nada qué hacer aqui-
Daiki se paró, caminó hacia aquella mesa y sin voltear, dijo
-Tu maqueta te quedó muy bien-
Suspiró, caminó hacia la puerta y la abrió.
-Feliz Aniversario...-
Dijo en un susurro, no esperó más y cerró la puerta tras de si.
-No entiendo-
Kei sacó su celular: calendario, citas, cumpleaños...
-¡ANIVERSARIO!-
Dijo sorprendido, corrió a la puerta, salió de su casa, y vió como Daiki se alejaba en un taxi. Gritó su nombre, pero ya era tarde, el auto estaba muy lejos. Regresó a su casa con la misma velocidad que salió, tomó su celular y marcó el número 1, segundos después esperaba la contestación.

'El número marcado se encuentra apagado en estos momentos...'

Aquella operadora lo enfureció, tiró el celular en uno de los sofás y se sentó en otro, ocultó su rostro con las manos.
-¡Ahhh!-
Gritó furioso, en verdad se sentia mal, y Daiki... no queria ni imaginar cómo se sentia él. Suspiro y derramó una lágrima, tomó su celular, quiso marcar, pero este comenzó a sonar.
-¿Hola?-
-¡Kei! Soy Yabu, dime ¿cómo la estas pasando?-
-¿Eh?-
-¿Qué hoy no cumples cuatro meses con Daiki?-
No podía creerlo, su amigo lo habia recordado, una persona totalmente extraña a la relación, y él... él lo habia olvidado.
-Perdón Kota, me tengo ir-
Dicho esto acabó con la llamada, volvió a marcar el número 1, pero otra vez no hubo respuesta.
-Tu casa... tienes que estar ahi-
Salió corriendo de su casa, tomó el tren, se le hacian inmensos los minutos ahi, sentia que iba muy lento, no se hicieron esperar reclamos innecesarios al conductor.

Al llegar, corrió a la casa de Daiki, agitado se detuvo a unos metros de esta.
-Por favor... por favor-
Se decia mientras caminaba hacia la puerta, respiró hondo y tocó el timbre. Segundos después la hermana de Daiki salió.
-¡Kei'kun!-
Dijo con una sonrisa.
-Yois, hola, tu hermano... ¿esta?-
Yois lo miró algo confusa.
-¿Daiki? ¿No fue esta mañana a tu casa?-
Kei dejó caer su cabeza, tristemente volvió a mirar a la niña.
-Si, lo hizo-
-No lo entiendo ¿no esta contigo?-
-Soy un imbécil... lo siento Yois, tengo que buscarlo-
Sin más, corrió hacia la calle. Caminó, corrió, saltó... buscó por todos lados; parques, avenidas, restaurantes. Ya no sabia dónde buscar, rendido, se sentó una de las veredas de la calle, ocultó su rostro
entre sus piernas y empezó a llorar.
-¡Soy un idiota!-
No podia evitar estar furioso, se sentia culpable, traicionó a Daiki y eso le dolia.
-¿Dónde Dai? ¿Dónde estas?-
Pensó y pensó... y pensó. Miraba a todos lados tratanto de imaginar o presentir el lugar donde se encontraria Daiki. Limpió sus lágrimas, de pronto, como si un foco se formara arriba de él, se paró y salió corriendo de aquel lugar.

Llegó a una pequeña casa de madera cerca de la de Daiki, ambos la construyeron cuando eran amigos. Caminó hacia la puerta, iba lento, tenia miedo, si Daiki no se encontraba ahi, perderia las esperanzas. Cuando llegó a la puerta, la encontró semiabierta, suspiró y entró.
-Dai-
Dijo sorprendido. El nombrado giró, vió a Kei, bajó su cabeza y soltó una lágrima.
-¿Cómo me encontraste?-
-Yo... Daiki, perdón-
Kei se acercó y tomó a Daiki de la mano.
-Lo siento, yo no quise-
Daiki no quiso escucharlo y se separó.
-¿No quisiste qué?-
-Olvidar nuestro aniversario-
-¿Aniversario? ¿De qué hablas?-
Kei lo miró confuso, pero comprendió la situación de Daiki.
-Dai, por favor-
-Tu dijiste que hoy no se celebra nada, no tienes que hacer esto-
-Quiero arreglar las cosas-
-No... no puedo con esto-
Kei frunció el ceño.
-¿De qué hablas?-
-Desde que entraste a la universidad, yo... he pasado a segundo plano, siento que soy un estorbo y no quiero serlo, no puedo-
-Eso no-
-¡Kei! Tu y yo sabemos que esto no va para más... debemos-
Kei caminó hacia Daiki, colocó una mano en su mejilla y casi en un susurro le dijo
-No, no lo digas-
Comenzó a llorar, no podia evitar hacerlo, pensar en estar lejos de Daiki, la persona que más amaba, le destrozaba el alma.
-No quiero alejarme de ti, no podria estar lejos de ti-
Daiki lo miraba preocupado, amaba a Kei, más que a su vida, pero se sentía un estorbo para él, no queria ser egoísta, solo queria que Kei estuviera tranquilo, sin ninguna piedra en el camino, pero al verlo tan triste, con lágrimas en los ojos, lo hacia darse cuenta que no podria estar sin él.
-Kei...-
Lenta y suavemente puso su mano en la de Inoo y con la otra comenzó a limpiar su rostro.
-Te Amo, soy un tonto por querer separarme de ti, no podria estar sin mi arquitecto-
Inoo lo miró dulcemente, acarició la mejilla de Daiki y vió como este comenzaba a llorar, sonrió, se acercó a su frente y le dió un beso.
-Tu no, no debes llorar-
-Lo siento, no quise decirte todo eso, pero yo-
-Daiki, ¿aun no entiendes que sin ti no podria vivir? ¿Que con tu sola presencia me haces inmensamente feliz?-
Daiki solo lo escuchaba, aquellas palabras ocasionaban más lágrimas, estas de felicidad.
-Nunca te dejaré ir, asi que... acostumbrate a mi-
Terminó diciendo en un puchero, ocasionando una enorme sonrisa de Daiki... aquella sonrisa que le encantaba ver a Kei, aquella sonrisa que valia más que todo el oro del mundo.
-Sonreiras para mi siempre, ¿verdad?-
-Solo para ti, solo por ti-
Kei se acercó más a Daiki tomandolo del mentón.
-Prometeme que nunca volveras a decir que nos separemos-
Dijo rozando sus labios con los de Daiki.
-Lo prometo-
Dijo para luego terminar uniendo sus bocas. Un beso... si, pero uno que los estremeció a ambos, como si fuera el primero, como si con aquel beso se dijeran cuánto se amaban. No querian separarse, les era imposible dejarse de 'hablar'. Un par de minutos después, al mismo tiempo, se separaron y se miraron ¿cómo describir aquellas miradas? imposible... simplemente fueron las más puras, sinceras y con la expresión de amor más grande que puede haber.
-Eres todo para mi, no sabes cuánto Te Amo-
-Y yo... Te Amo-
Se sonrieron, se tomaron de la mano y salieron de aquella casa. Claro, tenían que celebrar su aniversario, aunque aquella situación fué hermosa para ellos, se regalaron un Te Amo... algo que no tiene precio, fué simplemente hermoso.

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